Massimo finalmente llegó al hospital, camino hacia donde estaba la habitación de Guadalupe, casi llegando a ella, se topó con Camila, la cual al verlo trato de limpiar las lágrimas que rodaban por sus mejillas, quería fingir que nada pasaba, pero a los ojos de Massimo, no podía pasar desapercibida esta acción.
— ¿Qué sucede, Camila? ¿Ha sucedido algo malo? ¿Está bien Guadalupe y los bebes?
— Sí, Massimo, todos están bien dentro de lo que cabe…
— ¿Entonces? ¿Qué te sucede?
— Valeria no quiere conocer a los bebés, los rechaza, en su cabeza solo está la idea de que son hijos de Marco y que Marco es un asesino.
— Camila, pero eso es un malentendido, Federico está trabajando para sacarlo de ahí, aunque tú sabes, la presión de los medios ha provocado que no se pueda tramitar un amparo.
— Yo lo entiendo, pero ella no, ella no quiere ver a los pequeñines, ni siquiera quiso amamantarlos, ¡Eso me partió el alma! La doctora Berlusconi dice que, Valeria está atravesando por una etapa de depresión