Estimadas lectoras y lectores Laura necesitaba aclarar sus ideas, tal vez la platica con su abuelo le ayude a futuro. Ella es joven y aun tiene tiempo para pensar mejor las cosas.
Luego de la charla entre Magnus y Laura, la pareja finalmente se fue a descansar.Adele dormía plácidamente en los brazos de Laura, mientras esta tenía los ojos bien abiertos, no podía pensar en otra cosa que no fuera en las palabras que su abuelo había dicho.Ella pensó en que, tal vez, era cierto, ella se estaba dejando llevar por la ira de lo que había sucedido hace casi dos años cuando descubrió estar embarazada.Si bien, la reacción de Adrien no había sido la correcta, el joven había tratado de localizarla. Eso lo pudo constatar cuando revisó su correo no deseado de aquella época y cuando revisó los mensajes en sus redes sociales.El hecho de que ellos no pudieran hablar fue más que nada, porque ella junto con sus hermanos tuvieron que salir huyendo de su abuelo y Franco Amato.Tal vez había llegado el momento de hablar con aquel chico e ir poco a poco, tal como ya lo había externado en algún momento. Ella no quería que su hija a futuro pasara por un momento incómodo cuando ya hu
Adrien por su parte, no esperaba aquel acontecimiento, básicamente él todos los días se levantaba, iba a trabajar, regresaba y se ponía a estudiar. Su vida había comenzado a ser diferente a lo que normalmente vivía, pero aquella sorpresa vino a cambiar todo su día.Una vez que vieron que la puerta se cerró y el abuelo salió con la carriola, ambos se sintieron un poco nerviosos e incómodos.- Laura… ¿Qué sucede? Yo…- Adrien, ¿Podemos hablar?- Si… Dime, ¿Qué necesitan? ¿Está bien, Adele? ¿Le sucede algo?- No… No, todo está bien, ella está bien. Adrien lo que yo quiero hablar contigo es sobre esto. Veo que ahora trabajas con mi familia, la verdad te soy sincera, desconocía por completo que estabas aquí.- Bueno, tu padre me dio la oportunidad y yo, yo solamente estoy devolviéndole el gesto, trabajando arduamente. - dijo el joven nervioso y con la cabeza agachada.- ¡Vaya! Papá, no me había dicho nada… Supongo que tuvo sus razones…- Bueno… No es que llevé mucho tiempo aquí, la verdad
Laura solo pudo sentir como una oleada de calidez y orgullo la invadía, pero no podía confiar solo en las bellas palabras de ese hombre, ya una vez lo había hecho y las cosas no salieron del todo bien, por lo que prefería y paso a paso.- Sobre nosotros, sé que en su momento hice y dije muchas cosas y no hay palabras que puedan venir a reparar todo lo que hice. Por eso no te voy a llenar la cabeza, diciéndote: perdóname, no sabía lo que decía, ni hacía, porque claramente sabía, no soy idiota.Lo hice sabiendo que eso te lastimaría y, por eso mismo, no te pido que tu y yo lo intentemos.Sé que en algún momento tu encontrarás a alguien que sepa valorar lo que yo no pude. Eres una mujer maravillosa, mírate, ahora eres mamá y sigues viéndote como la jovencita inocente que conocí.Sé que te estás preparando para ser una mujer independiente y eso es magnífico, mi hija no podría sentirse más orgullosa de su madre, de eso créeme que estoy completamente seguro. - dijo Adrien con total sincerid
Pietro y Celeste habían ido a Bassano, la pequeña familia estaba recostada debajo de una manta, les cubría del sol un enorme árbol, uno que Celeste siempre había tenido y que cuando Spike era más joven, le encantaba subir.El hombre tenía una mano debajo de la cabeza, Celeste tenía la cabeza pegada en su pecho, el otro brazo de Pietro rodeaba el pequeño cuerpo de Celeste. Tenía los ojos cerrados y podía oler su característico aroma a rosas y aquello, realmente lo hacía sentir en su hogar.Definitivamente, el hombre sabía que cada vez que olía a rosas, ese ahora era el aroma al hogar que tanto buscaba.- ¡Te amo, Celeste! – dijo el hombre, así, de la nada y sin abrir los ojos.Celeste, al escucharlo, levantó el rostro y le regaló una mirada de alegría, volteó y vio a sus niñas dormidas en el bambineto.- Pietro… ¡Yo te amo más…! Te amo por todo lo esto que me das.Pietro abrió los ojos al escuchar aquella declaración.- ¿Qué es lo que te doy? – preguntó el hombre intrigado.Celeste son
Luego de aquella plática en la que tanto Laura como Adrien entendían que, ambos debían trabajar para mejorar la confianza y todo aquello que se rompió en cuestión de minutos.Adrien aún abrazaba a Laura, podía sentir la calidez de su cuerpo. Al abrazarla, podía sentir aquel frágil cuerpo de la mujer que un día fue suya y que hoy, hoy, debía trabajar para que pudieran volver a ser algo más que los padres de una bebe.Laura, por dentro, podía sentir como si su corazón se le quisiera escapar del pecho. Sus manos le hormigueaban, su pancita le daba punzadas, eran una serie de sensaciones que no podía describir.Llamémosle instinto, llamémosle estupidez, pero ella levantó el rostro y posó la palma de su mano en la mejilla de Adrien y sutilmente le indicó que necesitaba que se agachara.En el momento en que los labios de aquellos jóvenes se unieron, ella casi pierde el piso, de no ser porque Adrien la sostenía, ella podría haber desvanecido, ya que sentía sus piernas como si fuesen de gelat
Luego de 13 horas de vuelo, la familia Barzinni, los nuevos Pellegrini, finalmente comenzaban a vislumbrar la ciudad.Aquello le daba mucha tranquilidad tanto a Marco como a Valeria, un Gio y un Enzo emocionados, un Aldo nervioso, también estaba Paloma y su bebe. Todos quienes viajaron tranquilos, a diferencia de Alberto y Carolina, quienes tenían la energía de sí, efectivamente dos bebes.Aldo llevaba en la mente las palabras de su padre al momento de despedirse…- “Hijo… Es momento de tomar caminos diferentes, pero sabes que aquí siempre estará tu hogarNo recuerdo nada de lo que te enseñé, pero aprovéchalo y haz uso de los consejos que te haya dado, porque ahora, yo solo te podría aconsejar que vivas la vida, así como viene, simple y sencilla.No le des mucha importancia al trabajo, eso siempre habrá y nunca se terminará, pero tu esposa y tus hijos, siempre serán prioridad. Recuerda siempre por quién y para quién trabajas”.- Si… Papá… ¡Gracias por todo, mi viejo! – dijo Pietro abra
Marco, Valeria, Gio y los gemelos por fin llegaron a la que había sido su casa por alrededor de unos 15 años, casi toda lucia impecable, tal como lo habían dejado.Gio corrió hacia su habitación, sus padres lo siguieron cargando cada uno a uno de los gemelos: Carolina, amorosa en brazos de su padre, y Alberto en brazos de su madre.- ¡Extrañaba mi habitación! ¡Extrañaba mi casita! ¡Papá! – dijo Gio con evidente alegría.- Dime…- Debemos comprar una cama más grande, ya que Enzo va a venir y, tenemos planeadas varias pijamadas, esta cama no nos va a servir. – dijo Gio muy seguro de lo que pedía.- ¡Ah, sí! ¡Vaya! No estaba enterado de tu agenda… - dijo Marco usando un tono irónico.- Sí, papá, él necesita ponerse al día con la escuela, por lo que, como ya fue inscrito en mi misma escuela y salón, yo seré el responsable de ponerlo al día.Así que debemos trabajar muy duro para que él se ponga al día y no se sienta solito, además ya habla español, pero un poquito. – dijo Gio enlistando la
Guadalupe estaba parada en el balcón de la habitación en la que dormía desde hace 3 años. No quiso encender las luces, para que con la oscuridad de la noche se cubrieran las lágrimas que rodaban por sus mejillas.“¡Esto se acabó! No puedo seguir así, no puedo más” – Pensaba mientras observaba hacia el frente.De pronto la luz de un auto la sacó de sus pensamientos, su amado esposo regresaba a casa y sabía muy bien lo que sucedería. Su esposo Massimo Pellegrini era el presidente del Conglomerado Pellegrini, el cual es de los más importantes de la provincia de Lazio. Hoy por la mañana había olvidado un folder lleno de documentos que, al pensar por Emma y Guadalupe, posiblemente utilizaría y tendría problemas si no los tenía.Trato en varias ocasiones de marcarle para comunicarle sobre sus documentos, pero al no recibir respuesta, salió de la mansión con la misión de llevar los documentos ella misma, solo le avisó a Emma Fiore, su ama de llaves.Emma no contesta, Massimo. ¿Estás segura d