Incómodo reencuentro
A la mañana siguiente, Guadalupe despertó, vio su móvil, eran las 10:00 am, Pietro se encontraba trabajando en su laptop, ella le vio y se sonrojó.
Esté se encontraba muy concentrado en el monitor de la computadora, tenía puestos sus lentes de descanso, le encantaba cómo se veía con ellos, eran solo las micas sin armazón, lo que particularmente le hacía verse muy apuesto.
Pietro sintió la mirada penetrante de su amada y volteó a verle, esbozando una enorme sonrisa.
- ¡Hola, hermosa! ¿Cómo amanecieron? –dijo Pietro cerrando su laptop y colocándola en la mesita de noche.
- ¡Bien, muy bien! Y con esta vista, ¡Mucho mejor! –dijo Guadalupe pícaramente.
Pietro se agachó para darle un beso de buenos días y la jalo hacía su regazo. El cuerpo de Guadalupe estaba completamente desnudo.
- ¿Sabías que me encanta tenerte así? – Dijo Pietro mientras hacía un camino de besos desde la boca hasta su hombro de su amada. - ¡Me gusta sentir cómo tu piel se eriza con mis besos!
- ¡Pie