- ¡Mi querida Emma! Ha pasado tanto tiempo… - Dijo Valeria con lágrimas en los ojos.
- ¡Mi niña! ¡No llores! Esos ojos no me gustan cuando lloras… - Dijo Emma limpiándole las lágrimas con su mano y abrazándole.
Emma había trabado toda su vida con la familia Pellegrini, al contraer nupcias Massimo con Alessia, está recordando que Guadalupe vivió con ella, tomó la decisión de correrla de la mansión. Massimo nunca se enteró de lo sucedido, solo un día fue a la mansión y ya no estaba Emma.
- Emma… Lamento mucho haber tardado tanto en encontrarte. – Dijo Valeria acariciando la mano de la mujer que le abrazaba.
- ¡No, mi niña! ¡Yo debería lamentar más haber permitido tantas cosas! Para empezar, nunca debí callar lo que vivimos con Massimo, ¡Él fue un maldito! Pero ahora ya está recibiendo su merecido… - Dijo Emma con un poco de nostalgia en el tono de voz.
- Emma… ¡Quiero que vivas aquí conmigo! Por eso le había dicho a Marco que fuera por ti a Florencia, aunque no me imaginé llegar y verte