Una vez que los ánimos volvieron a la normalidad y que Massimo junto a una despeinada Alessia salieron de la oficina de Marco, este aun sostenía fuertemente a Valeria, quien temblaba de coraje y en sus manos tenía cabello que le había logrado arrancar a su contrincante.
Marco llevo a una de las sillas a su esposa e inmediatamente cerro la puerta que tenia acceso a la sala de juntas. Respiro profundamente y camino hacia su enojada esposa, ella le veía molesta.
- Marco esa mujer quiere algo contigo, ¡Lo sé! – Dijo Valeria viendo como se acercaba su esposo a ella.
El llego y se paro frente a la silla donde estaba la chica.
- Valeria, ¿Acaso crees que no me he dado cuenta? – Dijo Marco poniendo una cara seria.
Valeria levanto la mirada para encontrarse con los ojos de su marido.
- Entonces ¿Por qué demonios no le pones una alto? – Dijo Valeria molesta y derramando lágrimas.
Esta reacción Marco no la esperaba, el creía que su esposa solo estaba molesta, pero verla llorar le partió el corazó