Capítulo 20.
-¡¿Era necesario amarrarme?!
-Muy necesario. - Dije con un asentimiento. - La verdad me sorprende que ni siquiera hayas sentido cuando entré a tu habitación. Hice ruido extra, querido primo.
Siguió maldiciendo mi trasero por al menos diez minutos más y eso me pareció súper divertido.
-Bueno, ya deja de hacer tanto ruido y Kara te liberará.
-Yo solo quiero saber cómo m****a me bajaste los tres pisos que nos separan del establo conmigo a cuestas. - Murmuró con un gruñido.
Nos encontrábamos en un camino desierto conduciendo un par de caballos y una carreta disfrutando del sol de la mañana. Mi amiga roncaba fuertemente así que yo era la unica de nuestro trío que se encontraba de buen humor. Kara y yo íbamos disfrazados como humildes mercaderes. Troy iba aun con pijama, pero no necesitábamos que él fuera parte de la farsa.
Íbamos en camino hacia el distrito tres gobernado por el Alfa Amadeo; supongo que el primo Troy ya había adivinado nuestro destino ya que ni siquiera preguntó a dónde íba