La confesión pública de amor de Damian hacia Livia lo cambió todo.
Aquel momento pasó a la historia como la emisión diurna con mayor audiencia de todos los tiempos. Sus nombres estaban de repente en boca de todos.
Pero, curiosamente, nadie sabía realmente quién era Livia. Su rostro nunca apareció en pantalla, no se reveló ningún detalle personal y, extrañamente, nadie parecía interesado en investigar más a fondo.
En Internet solo había un nombre —Livia— sin foto, sin antecedentes, sin identidad real.
Quién era seguía siendo un completo misterio.
Helena dejó caer el pincel de la mano, haciendo que la pintura volara por la mesa en un caos de colores. Las manchas se extendieron por todas partes, creando un cuadro abstracto accidental en las paredes y el suelo.
Temblaba en un rincón de la habitación, con el cuerpo sacudido por espasmos. Antes ya había tirado el lienzo en blanco que tenía delante. La mano le dolía por el golpe… pero no sentía nada.
Sus ojos estaban fijos en la televisión,