Damian enderezó la cabeza para mirar de reojo.
—No lo sé —respondió con frialdad, y volvió a recostarse. Claramente, no le importaba.
—¿La has visto alguna vez?
—No.
—¿Crees que podría ser la novia del asistente Brown? —preguntó Livia, entusiasmada.
—Quizás.
—¿¡Quéee, en serio!?
Damian le tiró del cabello de inmediato, haciéndola soltar un gritito.
—Te lo advertí: cuídate. No me hagas poner celoso.
—¡Si no hice nada! —replicó ella con inocencia.
Los ojos de Livia volvieron a la chica junto a Brown. Tenía el cabello rizado recogido de una manera muy parecida al estilo casual de Livia en casa, aunque en ella se veía pulcro y elegante. Su atuendo era relajado, pero con mucho estilo.
—Cariño, su peinado es igual que el mío, pero en ella se ve genial —Livia se retorció contra Damian, intentando arrastrarlo al tema.
—¿Quién?
—La chica al lado del asistente Brown. Su cabello se parece al mío.
Damian se giró, tomó un mechón de su cabello y besó la punta.
—Este cabello feo tuyo es el único que