Especial Cap. 31
Edificio del Grupo Alexander
Alguien estaba entrando en el ascensor. Por primera vez desde que empezó a trabajar en la empresa, Alec iba a subir al último piso del edificio del Grupo Alexander.
En el uniforme de seguridad que llevaba se podía leer su nombre: Alec. Era un joven guardia que se había casado hacía apenas seis meses y que llevaba dos años trabajando para el Grupo Alexander.
El día anterior, el director lo había llamado a su oficina. Alec había entrado con el corazón tenso; sabía que era raro que el director convocara personalmente a un subordinado.
Una vez dentro del despacho, el director le dijo:
—Has sido citado para reunirte con el señor Alexander.
Las piernas y las manos de Alec comenzaron a temblar al instante. Nunca había conocido al señor Alexander en persona. ¿Por qué lo llamaban? Un empleado de su nivel no debería haber sido convocado.
—Señor, ¿por qué me ha llamado? ¿He hecho algo mal? —preguntó Alec, dudoso.
—¿Qué hiciste tú? —le devolvió la pregunta su comandan