Capítulo 23. Menú para la Boda
Liam
El desayuno transcurrió entre risas y conversaciones ligeras. Isabel y yo nos sentimos increíblemente cómodos, como si el muro de seis meses de dudas se hubiera caído de golpe. Era domingo, y habíamos planeado pasar el día juntos, sin agenda, explorando la ciudad o disfrutando simplemente de la compañía del otro. La luz del sol se filtraba por la ventana, creando un ambiente cálido y acogedor que nunca querría abandonar.
Justo cuando estábamos decidiendo a dónde ir, mi teléfono sonó. Era Isaac.
— ¿Qué pasa, hermano? ¿Acaso tu esposa te está haciendo diseñar la cuna con medidas milimétricas? —pregunté, contestando la llamada con una sonrisa.
—Liam, necesito tu ayuda —dijo Isaac, con voz débil, casi un suspiro—. No me siento nada bien.
— ¿Qué te pasa? ¿Un ataque de ansiedad por la paternidad? —pregunté, preocupado, pero esperando la broma.
—Estamos Karen y yo decidiendo el menú para el banquete —respondió Isaac con un quejido—. Pero tantos olores, y ver la comida... me han dado náu