Manuel se encerró en su estudio proporcionado por la universidad y desarrollo todo lo que pudo. Hizo varios avances y las empresas, casi se desgarraban entre ellas por él. Sus profesores no podían estar más complacidos y orgullosos.
Un día, Miranda pasó pero no sé percató de que era su lugar de trabajo. Ella que se especializaba en el hardware, notó unos pequeños detalles, y trató de ayudar.
En eso estaba cuando por impulso y miedo, salió corriendo al escuchar ruido proveniente de adentro.
Al estar lo suficientemente lejos, se recargó en una esquina y trató de controlar su respiración.
Mientras tanto en el lugar, Marcus miró curioso el ajuste y los cables de su cabeza casi hacían corto circuito.
Debido a su especialidad, él podía entender el proceso y lo que conllevaba. No sólo mejoraba exponencialmente su imagen y rendimiento, sí no qué le daba un cierre a su frustración de días.
No pudo ver quién había hecho los ajustes, pero se dió cuenta de que era una chica.
Unos segundos después