CONFUSIÓN EN RÍO
Capítulo 2 – Entre Helados y Plano
La mañana siguiente llegó tan calurosa que los hermanos Montes apenas pudieron dormir.
El calor en Río no perdonaba. El aire se pegaba a la piel, como si el propio sol estuviera dispuesto a abrazarlos por completo. Dante miró el reloj: las 7:00 AM. ¡Hora de la obra!
Bruno estaba acostado, mirando el techo, sin prisa. Como siempre.
—¿Listo para otro día de calor, hermano? —Dante preguntó, alzando una ceja, mientras se preparaba para salir.
—Claro. ¿Y qué mejor que empezar con unos buenos helados? —respondió Bruno, sin moverse de la cama.
Dante soltó una risa. Aunque siempre tenía la cabeza llena de cálculos y números, a veces le gustaba cómo su hermano se dejaba llevar por los pequeños placeres de la vida. Pero ese día, la agenda decía trabajo. Ya habría tiempo para los helados.
La obra estaba a tan solo unas cuadras del hotel, pero al llegar, el calor ya había comenzado a pesar sobre los trabajadores. Jasmín los esperó en la