Cuando estacionó en Mac Donald's , me ayudó a salir y me quitó el casco.
- Dos comentarios. - yo dije. – Primero: esta bicicleta es demasiado grande para mi tamaño. Segundo: ¿preferirías darme de comer que llevarme al motel?
- ¿Y yo estoy loco por darte hambre? Si ya me muerde cuando está lleno, imagínense con hambre. Primero comer... Y estoy guardado por un tiempo.
- ¿Estas hablando en serio? Pregunté con mis manos en mis caderas.
- Si estoy. Y la bici no te queda grande... Eres pequeño.
- Ahora me irritaste, Nicolás.
Me levantó a su altura y dijo:
- Sabes que no me importa tu talla, ¿verdad?
- No deberías... Soy del tamaño correcto. Tú que creciste sin medida.
Envolví mis brazos alrededor de su cuello y lo besé.
- Háblame de la sorpresa... Por favor.
Él me bajó:
- De ninguna manera. No me convencerá.
Efectivamente tenía razón. Necesitaba comer primero. Pasé la tarde arreglándome las uñas, llegó de sorpresa y terminé arreglándome y saliendo sin ponerme nada en el estómago. Solo yo, q