Killiam
En estos días he pensado mucho en la invitación del rey alfa Arion. Si soy uno de los convidados a dicho encuentro, entonces no debería considerarlo un enemigo. Aun así, estaré atento y cauteloso; podría ser una trampa.
Todavía no he recopilado muchos datos. Solo sé que ellos estuvieron en el sur, permanecieron unos días allí y luego regresaron a su región. También estoy informado de que lograron varias alianzas y negocios con los alfas de aquel lugar.
Camino en dirección a los calabozos, pues necesito revisar en qué ha quedado el asunto de la testigo. La he dejado bajo custodia preventiva mientras se lleva a cabo la investigación, así que hoy he decidido retomar ese asunto y hacerle unas cuantas preguntas que no me han dejado dormir en estos días.
—Rey alfa, bienvenido —me saludan mis hombres cuando entro a las oficinas donde se tramitan los casos y los juicios. Es el mismo edificio que los calabozos; solo que estos están en las plantas altas y las cárceles, en el sótano.
Ell