- ¿Que pasó aquí?
- No te importa, ¿qué quieres?
- ¡Ricardo, estás borracho!
- ¡Vete, Damião! No quiero conversar.
- ¡Te dije que no vinieras borracho a trabajar! Levántate y vete a casa para darte una ducha y dormir. Le pediré a alguien que arregle su oficina.
- ¿Mi hermano?
- ¿Sí, Qué quieres?
- ¿Qué hago para dejar esta vida? ¿Y cómo me quedaré con Alice? No importa lo que le haga, ¡nada parece llamar su atención!
Damião se sentó en la silla frente a Ricardo.
- Lo estás haciendo mal, ¿no te has dado cuenta? Primero, ella está comprometida y se casará. En segundo lugar, a ella no le importa tu dinero, le importa una cosa que tendrás que aprender a amar. Y tercero, ¡ nunca ganarás a alguien que realmente valga la pena borracho!
- ¡Lo he intentado todo! Incluso posponiendo esa maldita boda.
- ¿Qué hiciste , herma