9. La bruja de la cuñada
— ¿Así que mi madrastra se atrevió a dar el paso de tentarte?
— Típico de ella – Steve concluyó, después de que Emma le confesara toda la conversación desagradable que tuvo con la Sra. Brown, en lo que él comía, como si no hubiese un mañana.
— Este es el anillo que me dio como soborno para que le informara todo en esta casa con respecto al bebé – le pasó el costoso anillo que había estado guardando con cuidado
— En realidad no quería aceptarlo, pero ella me dejó sin opciones.
— ¿Tienes una idea de cuánto puedes sacar de este anillo?
— No es para hacerse millonaria, pero sí para escaparte con el bebé y empezar tu vida lejos – le dijo Steve, mirándola con seriedad.
— Usted, no pensará que yo he considerado traicionarlo – Emma le respondió con una mezcla de asombro y enojo.
— ¿Lo harías Emma?
— ¿Te imaginas lo bien que te pagaría esa arpía por saber los secretos detrás del bebé?
— Y qué mejor persona que la propia madre del niño – Steve no dejó de examinarla con sus profundos ojo