31. Exhibición pública
La poca cordura de Steve, le decía que estaban en público y aunque había una tormenta afuera y este sitio estaba oscuro y desierto, no era correcto, hacer este tipo de cosas fuera de la intimidad.
Pero la otra parte lujuriosa y salvaje, que nunca había experimentado este tipo de acto descarado y morboso, le dijo que solo unos juegos preliminares, no le harían daño a nadie.
Así que un dedo pasó a dos y comenzó a penetrar la deliciosa y caliente funda, de la mujer que se moría por hacerle el amor, mientras sus besos bajaban de manera peligrosa hacia los rellenos senos de Emma.
El vestido era bastante escotado y sencillo arriba, lo que facilitaba la invasión de Steve, que le bajó el tirante y por encima del brasier, comenzó a chupar los duros picos de los pezones y a mordisquearlos.
Pero cuando una ligera esencia a leche dio en su nariz, reaccionó, dándose cuenta, de que ¡aquí comía su hijo!
— Yo, ya me extraje la poca leche de hoy, no creo que … mmm… — Emma no terminó que dar su explica