—No sabe cuánto me alegra que este consciente señor. Tenía tanto miedo de que… —Guarda silencio la mujer, que acomoda la almohada del hombre, y evita mirarlo para que no note sus lágrimas…
Callum, sabe que su nana es de las pocas personas que realmente lo quiere. Ella y su madre, siempre han estado para él.
—No L-Llore. —Le pide de forma tosca con su voz áspera y pausada que sale de su garganta aún inflamada y desgastada.
La señora Shallow de inmediato, como si fuera una orden, se limpia las lágrimas con su mano, y sonríe con ternura al hombre que mantiene una expresión dura en el rostro.
—¿Quiere algo?
—¡A-Agua! —Pide Callum que siente la garganta reseca, y siente como apenas el líquido entra a su boca, todo parece mejorar, incluso su voz.
—¡Gracias Señora Shallow! —Dice aún adolorido, pero con más control de su voz.
—¡Oh!, su voz… —Comenta feliz de que parece estar mejor, y justo en ese momento entra Clemencia.
—¿Cómo estás, hijo?
Callum