POV: CALLIE
Llegamos al cuarto, y Aaron me recostó en la cama con cuidado. Sus manos recorrían mi cuerpo, despertando cada nervio con un toque firme y a la vez tierno. Sus ojos brillaban con deseo, y sentía cómo mi corazón se aceleraba.
Comenzó a desvestirme lentamente, sus dedos deslizándose por la tela, removiendo cada prenda con precisión y delicadeza. Cada toque era una promesa de placer, cada caricia, una declaración de amor. Sus labios encontraron los míos, y nos perdimos en un beso profundo y apasionado.
La temperatura en el cuarto parecía aumentar a medida que nuestros cuerpos se unían en perfecta armonía. Aaron era suave y salvaje a la vez, mostrando su fuerza y ternura en igual medida. Conocía cada rincón de mi cuerpo, cada punto que me hacía suspirar y gemir de placer.
— Adoro tu aroma,