Ella suspira.
— El lunes tenemos que volver con uno de ellos. ¿Qué vamos a hacer?
— No lo sé. Pero lo resolveremos. ¿Puedes prestarme tu portátil? Quiero hablar con James.
— Sí.
Saca el aparato de su bolso y me estira.
Lo apoyo en la cama y lo abro. Me conecto a Skype y veo que mi precioso amigo está conectado. Comienzo la llamada, que pronto es atendida.
— Hola...
— Y AE MINA DEL PROF...
Cierro la tapa del portátil con tanta fuerza que asusto a Jasmine.
— Qué pasa...
— Jas, ¿puedes comprobar si hay una galleta? — me mira de reojo. — Por favor.
— Muy bien...
Se levanta muy lentamente y sale de la habitación. Levanto la tapa del portátil y le hago una señal a James para que espere.
Me dirijo a la puerta para ver si Jasmine había bajado o e