— ¿Que van a tomar señoritas? — Pregunto amablemente el hombre de la barra —.
No sé me apetecía ningún tipo de licor así que pedí un refreso de cola para mí.
— ¿Hemos venido a olvidar o tomar refresco de cola?
—Tanya sabes que no quería venir hice el intento, pero mis ánimos no ayudan.
— Ya verás como un buen trago te cambia el ánimo y comienzas a sentirte mejor. Aquel chico de camisa negra, no te ha quitado el ojo de encima.
— Si lo se pero no quiero estar aquí, estoy aburrida desanimada puedes entenderlo.
—