La casa finalmente se había quedado en silencio después del escándalo en la habitación de Sophia. La niña dormía ahora tranquila, su fiebre finalmente cediendo. Clara había permanecido a su lado hasta estar completamente segura de que estaba fuera de peligro, pero ahora, cerca de las tres de la madrugada, necesitaba salir.
El aire en la habitación se había vuelto sofocante, cargado con los restos de las palabras hirientes de Lady Mercy y la tensión entre Adrian y Victor. Clara necesitaba respirar, necesitaba moverse, necesitaba algo que no fuera estar sentada contemplando cómo su vida se desmoronaba pieza por pieza.
Salió al pasillo con pasos silenciosos, descalza sobre las baldosas frías. La mansión estaba sumida en una oscuridad casi completa, solo