En los brazos de Michaluz, Tamir no sabía qué hacer en esta situación. Tomada por sorpresa, se sintió desarmada por ese apasionado beso de Michaluz que le hizo latir el corazón. Incluso parecía un cuento de hadas, una de las historias de su libro que tenía lugar en la vida real, pero en ese momento, ¿qué era realmente real? Durante el beso ella se perdió en la magia del toque de sus labios, pero después del beso volvió en sí misma. Miró a Michaluz y una película de toda su vida cruzó por su mente donde la hizo sentir miedo, duda e inseguridad.

Tamir: - ¿Por qué hiciste eso?

Michaluz: - Porque me gustas.

Michaluz: - Te amo Tamir.

Tamir: - ¿Así de rápido?

Michaluz: - No del todo.

Tamir: - Lo siento Michaluz, pero que tal...

Michaluz: - ¿Y qué?

Tamir: - Eso fue de repente, estoy...

Michaluz: - ¿Perdida?

Tamir: - Sí.

Michaluz: - Yo soy real mi creador.

Michaluz: - Estoy hecho de carne y hueso como tú.

Tamir: - Por arte de magia.

Michaluz: - ¿A qué le tienes miedo?

Tamir: - De muchas cosas