La luna era más prominente esa noche, especialmente a esa hora. Cada pueblo durmió en sus casas, con la excepción de tres personas con mentalidad de delirio. Tamir, su hija Sissi y su amiga Michaluz estaban tumbadas sobre el mantel, encima del suave césped, mirando las estrellas formando sus costillas. Y Sissi las entendió bien, porque las estrellas eran su mundo, y su habitación estaba decorada con estrellas de neón de plástico.
Sissi: - Ese de allá y escorpión.
Sissi: - Mi signo.
Tamir: - ¿Y cuál es el mío?
Sissi: - León.
Michaluz: - ¿Y la mía?
Sissi: - Te pareces...
Sissi: - Sargitario.
Tamir: - ¿Sargitario?
Sissi: - Si.
Michaluz: - ¿Por qué?
Sissi: - Porque eres espontánea, tienes buen humor y eres súper positiva.
Sissi: - Características únicas de Sargitario.
Sissi: - ¿Entendido?
Tamir: - ¿Dónde aprendiste todo esto?
Sissi: - Tengo curiosidad mamá.
Tamir: - Ya veo.
Sissi: - ¿Le pegué al tío Micha?
Michaluz: - Si, acertaste
Sissi: - Lo sabia
Sissi: - Mi conocimiento no falla.
Tamir