El día amaneció frío en la ciudad de Floroastra. El viento con su sonido pesado, el clima helado y los árboles meciéndose por la ciudad, trajeron una sensación de pereza a quienes tenían que despertarse para trabajar. Y en casa de Angelus, todos en sus habitaciones durmiendo plácidamente después de su larga y divertida noche. Y el suave lecho de las habitaciones calentó a cada uno de ellos, hasta que el reloj despertó.
"I know that we are young
And I know that you may love me
But I just can't be with you like this anymore
Alejandro
She's got both hands
In her pocket
And she won't look at you
Won't look at you
She hides true love
En su bolsillo
She got a halo around her finger
Around you..."
- ¡Ahí no! ¡Solo cinco minutos más! – comenta Tamir, aún con sueño.
- ¡Por favor! – Finaliza Tamir aún exhausto.
Se sienta en la cama todavía con sueño y mira el reloj de pared, que todavía marca las 06:00 de la mañana. Con manos pesadas se rasca la cabeza y comienza a bostezar cansa