Marcos le había confesado que le daba miedo acercarse a la gente. Fue muy duro y pudimos ver lo mucho que sufría y por qué se protegía tanto. Clara lo abrazó con cariño e intentó consolarlo. Sintió su dolor y la lucha que llevaba dentro. Pero sabía que las palabras no bastaban. Marcos tenía que tomar una decisión y elegir de una vez por todas si quería seguir escondiéndose o arriesgarse a ser feliz y a recibir un amor que lo esperaba con los brazos abiertos.
Después de la confesión de Marcos, se hizo un silencio tenso en el salón privado del Palacio de Cibeles. Parecía que algo importante estaba a punto de pasar. Marcos la abrazaba con la cara escondida en su pelo y Clara sentía su lucha interna.Clara se apartó con suavidad y lo agarró de los brazos mirándolo fijamente a los ojos. Quería que la mirara y que viera que lo que le decía era verdad y que estaba decidida a todo.Con voz suave pero firme, Clara le dijo: Marcos, te entiendo. Entiendo tu miedo y t