28. Cuánto tiempo sin vernos

El pensamiento sobresaltó a Nova. Era imposible que se tratara de Knox, lo más probable es que fuese Garrett quien le envió las flores y la nota a Nikki. Él conocía su deseo de conocer a su padre, por lo que, tal vez…

—¡Papá! ¡Es mi papito! —gritó Nikki, poniéndose de pie de un salto—. ¡Mi papito me extraña como yo a él! ¡Me ama! ¡Me ama! —gritaba.

Nova se mordió el labio hasta hacerse sangre. ¿Qué es lo que había hecho? Aunque en un primer momento actúo impulsada por el miedo que Caroline sembró. Después, ¿más tarde porque no trató de arreglar las cosas?

«Por cobardía», le gritó su conciencia y Nova le dio toda la razón. Su cobardía había sido más grande que cualquier otra cosa, o tal vez, porque pensó que, al final, Knox y su familia se olvidarían de ella.

Con los ojos empapados de lágrimas, Nova observó a su hija brincar de alegría. Nikki se arrodillaba delante de la carretilla y sonreía de una manera que hacía que su culpa se triplicara.

La había priva