Al llegar a la casa de la tía, golpearon la puerta y nadie salió, volvió a golpear con más fuerza mientras que Hugo miraba por la ventana alguna señal de que estuviera ahí.
Unos niños llegaron a la casa, venían con unas pequeñas mochilas
-hola, ¿buscan a mi mamá?- dijo uno de los pequeños
-así es, ustedes son sus hijos-
-sí- dijo un niño mirando los zapatos elegantes de Guillermo
-mi mamá debe estar durmiendo- dijo el otro niño
-ustedes se vienen solos de la escuela, son muy pequeños- dijo Hugo
-estamos acostumbrados- dijo el pequeño, -¿ustedes quiénes son?-
-somos amigos de tu tía Julieta- dijo Hugo
-¡¡¿¿dónde está mi tía??!!-
-no lo sé, pensé que la iba a encontrar acá- dijo Guillermo
Los niños se apenaron -se fue hace unas semanas y no ha vuelto, quizás se fue porque ya no nos quiere- dijo un niño con lágrimas en los ojos
Los niños tenían la edad de los hijos de Guillermo
-tienen hambre- preguntó Guillermo
-sii- dijeron al unísono los niños
-los invito a almorzar con su mamá- dijo