En la selva recibieron con alegría a Antonio y no hubo más que preocupación por la apariencia de él, había bajado de peso y su cara demacrada no solo reflejaba tristeza, sino que desesperanza.
Pasaron dos semanas más, Kate estaba con su embarazo tranquilo, se cuidó mucho de alimentarse, tomarse las vitaminas, hacer ejercicio, leer sobre maternidad, con libros que tenían en la biblioteca de la mansión, que eran de la difunta esposa de Guillermo, también dormía lo suficiente, y gracias a que en la mansión había jacuzzi, se daba baños prolongados relajantes. Guillermo que le había comprado muchas cosas a su ex esposa de cremas y cuidados para el embarazo, entre cojines y otros productos, se los regaló todo a Kate.
También Guillermo aprovechó de regalar varias otras cosas de ella y la habitación volvió a quedar desocupada, con eso dejó su pasado atrás, ahora solo quería intentarlo con Julieta, por que él no perdía la esperanza de encontrarla.
Julieta llevaba dos semanas trabajando en el r