Caminaron varios días, descansando muy poco, deteniéndose a dormir cuando empezaba a oscurecer.
La comida no les faltó, porque se fueron rodeando el río y pescaban y recolectaban frutos. La anciana aprovechaba de recoger semillas y plantas medicinales que nunca había visto y les enseñaba a Ricardo, Amanda y Kate los secretos de la selva.
Antonio se preocupaba de Kate y Benjamín de alimentarlos, cuidarlos y hacer que durmieran lo más cómodos posible.
Adhara caminaba atada a la cintura con una cuerda que llevaba Ultra detrás, lo que permitía verla moverse al compás del viento.
Adhara recolectaba flores de la selva, guardando sus semillas, y algunas las colocaba en su pelo, a veces se ponía a cantar unas melodías muy bellas con su dulce voz, que encantaba a Ultha quien seguía cada uno de sus movimientos.
Al llegar la noche Kate curaba los pies de Antonio colocándole un barro especial y envolviéndolos con hojas, como le había enseñado la anciana. Amanda hacía lo mismo con Ricardo y viceve