Barbie se había ido conmigo al apartamento, ella aún estaba hablando por la pelea que había tenido con Domenic.
— ¿Puedes quedarte en silencio? — Le pedí.
No tenía cabeza para sus reproches, ahora solo estaba pensando en Kendall, necesitaba saber de ella.
— ¿Crees que ella esté bien? — le pregunté a Barbie.
Ella se quedó en silencio y asintió con la cabeza.
— Kendall es la chica más fuerte que conozco, no te preocupes, ella volverá — me dijo.
El timbre sonó, yo me levanté de inmediato del sofá y fui a abrir la puerta.
Kendall estaba allí de pie con una sonrisa.
— Creo que he quedado en la calle, ahora eres responsable de mi — Me dijo.
Yo la cargue y la lleve dentro.
— Te amo, pequeño caos —le confesé, dejando que mis palabras reflejaran la intensidad de lo que sentía por ella.
— También te amo, rinoceronte — me respondió. sus labios formaron una sonrisa traviesa que me hizo reír.
Nos quedamos allí, disfrutando del abrazo y la sensación de estar juntos de nuevo.
— Estoy aquí — Dijo Ba