Kaleb:
Me quedo un poco preocupado por Sylvana y mi madre. No me gusta que salgan después de lo sucedido ayer pero… no puedo alarmarlas, así que enciendo el rastreador GPS para seguir su camino.
—¿Dónde están?— pregunto a Adrián
—En la bodega señor.
Subo al auto y conduzco hasta uno de los terrenos más alejados. Ahí se encuentra una de nuestras bodegas, donde generalmente mantenemos a nuestros rehenes.
Confirmo que Sylvana y mi madre están en el hospital justo antes de bajarme del auto y entrar al lugar.
—Jefe —me reciben algunos de mis agentes de seguridad y me conducen