Renato, baja ya bañado y cambiado, se va a despedir de su madre.
- Renato, dime cuál es la sorpresa, no me dejes con la intriga, hijo - Soledad lo mira expectante, ansiosa por descubrir qué será.
- Aún no puedo revelar nada, pero te prometo que, cuando esté seguro, yo mismo seré quien te dé la noticia.
- ¡Es verdad! Mi corazón no me miente, el bebé de Aitiana vive - Soledad se queda pensando. Renato y nana se miran sorprendidos, sonríen, pero no le confirma nada.
- Si te digo, no es sorpresa - Responde él con picardía.
- Pero no me dijiste no, que eso no es verdad - ella lo mira sonriendo, diciendo - Ya te descubrí la sorpresa - Cuéntame, por favor - más que una orden, fue una súplica.
Renato no quiso revelar la verdad por miedo, pero comenzó a contarle algunas cosas. La verdad es que sí, mamá, parece que hay una posibilidad que el bebé viva y que esté en un orfanato, pero que estamos esperando a ver si el resultado del ADN, si es correcto o no, pero aún no te ilusiones.
- Ya lo vist