Padrino, viene mi papá a buscarme, no me puedo quedar a cenar, ya salió, viene en camino.
- ¿No le dijiste que yo te llevaba?
-Sí, se lo dije, pero me dijo que ya salía para acá.
- Bueno, mi amor, tú quédate tranquila, seguro, Irma quiere que estés temprano en casa y por eso viene. Me encantó pasar el día contigo y ya vamos a volver a estar juntas.
Mientras ellos hablan, llega Ignacio.
- Buenas tardes, hay un plato más para la cena - entra feliz, sonriendo, relajado. Trabajé todo el día y cierta persona dijo: ¡llegó tarde! Pero nunca apareció - dice en un tono burlón, pero serio.
- Es que esta belleza, no me permite separarme de ella - se acerca a Aitiana feliz, la abraza fuerte y luego le habla a su panza - Y creo que cuando salga la princesita que está aquí, ya no me verás más en la empresa.
- Creo que ni yo iré, que se encarguen los muchachos - dice Ignacio y luego ve cómo a Esteban se le borra la sonrisa.
- Sí, que se encarguen los muchachos- dice con sarcasmo.
- ¿Qué pasa, Esteba