Renato, hijo, estás escuchando, tu bebe está vivo, el hijo que tienes con Aitiana, está vivo - Esteban, eufórico, trata de que Renato reaccione. El impacto de la noticia de Ignacio, lo dejó sorprendido, paralizado.
- ¿Qué dijiste, papá? - pregunta con duda, teme haber entendido mal - dime de nuevo, Esteban lo abraza y lloran los dos emocionados.
- Está vivo, mi amor, está vivo, ¿estás feliz? - no podían creer que fuera verdad. Pero ojo de esta noticia, todavía no podemos decirle nada a mamá, esperemos a que los médicos la preparen, porque una emoción tan grande le puede hacer mal.
- Sí, papá - pero que la preparen, rápido, porque ya voy a empezar a buscarlo. Quiero a mi hijo junto a mí y tenemos que recuperar a Aitiana también.
- No, Renato, vayamos con calma. Déjame hacer un llamado y luego lo hablamos.
- Hola, Guillermo, ¿cómo estás? Tanto tiempo.
- Esteban, qué alegría escucharte.
- Estás en tu oficina, necesito que hablemos, tengo novedades y necesito tu ayuda.
- Esteban, sí, sí,