Con cuidado.
Cerré mis ojos, intentando no perder la cabeza con aquella información, cuando su esencia chocó con fuerza en mi interior, haciéndome suspirar y respirar con calma.
Abrí mis ojos, encontrándome con el rostro de Tyler a pocos centímetros del mío, su ceño fruncido y su mirada gris azulada, fría por la preocupación.
- Te estuve buscando, Gabriella. Parecía un demente corriendo por toda la aldea, preguntando si te habían visto. No me vuelvas a hacer eso.
¿Y dónde quedan sus súper habilidades de perro?
Sonreí, dejando en blanco mis ojos, mirando a Lucía, quien observaba a Tyler con una sonrisa, negando en silencio.
- ¿Crees que dejaría que le pasara algo, Tyler? Merezco más credibilidad y respeto.
Tyler miró a Lucía, dejando a su ceño relajarse, riendo suavemente, acercándose a ella para abrazarla y dejar un beso en su cabeza.
- Lo siento, Lu, pero sabes cómo me pongo. - Ella palmeó sus brazos con comprensión.
- Lo sé, querido, lo sé. - Ambos se separaron, viéndola a ella mirarme con deter