No puedo creer que haya pasado una noche tan agradable con la arpía con cara de bruja insoportable y, peor aún, que se haya comportado como toda una dama y me permitiera llevarla a su casa.
Hecho que me produjo una pequeña molestia y no estomacal que digamos, al saber que vivía con Dominik, el que nos recibió en calzoncillos en la puerta de la casa porque a la señorita se le quedaron las llaves en la oficina.
Le cubrí los ojos como si pensara que era Louise, es que el tipo se las traía y podría hacerme perfectamente la pelea, pero después de unos segundos, vi salir de la habitación de éste a la amiga de la arpía en traje de Eva y entendí que debía de buscarle pronto a esta mujer un departamento o convencerla de que se vaya de ahí.
Lo peor de todo fue que después de eso me pidió en su tono no tan amable que me retirara porque ella quería dormir.
¿Qué le costaba invitarme a dormir en su casa? Ya estaba claro que su amigo lo hacia con esa chica, por lo que uno más no habría hecho la dife