—Por ahora con ellas. Ustedes también van a hablar, ¿cierto?
—Murió el teniente, era un testigo directo. Pero ahora vamos a tener que armar las declaraciones de él y soportándolas con los videos y las grabaciones de su estado.
—Yo solo tomaré las cuatro notas y hablaré con ellas.
—Hola, Lía. —Salomé no llegó bien. La abracé.
—¿Pasó algo? —Me dio un beso en la mejilla e ingresó a la Villa, vi a Onely.
—Tampoco lo sé. Ayer habló con la señora Carmenza un buen rato y desde ahí es otra.
—Onely no sabes mentir.
—Es que al parecer la señora Amelia Sambrano también fue infiel y luego hablaron a solas. Debemos esperar a que sea ella quién nos cuente. Del resto del paseo te cuento que es una finca hermosa, deliciosa, monté a caballo, se comen banquetes y nos invitaron para dentro dos meses asistir a las fiestas patronales de la región.
—Si estamos vivas. —comenté.
—¡Lo estarán! —respondieron nuestras parejas.
—Yo necesito hablar muy bien con ustedes. Mientras Salomé pasa lo que sea que esté