Capítulo 3

La clase de Matemáticas terminó y mi siguiente clase era la de Historia. Me despedí de Zach que fue en busca de Vale y caminé hasta mi siguiente clase. En el camino, comencé a guardar mi cuaderno y sacar lo que usaría ahora. Mi mente no dejó de pensar en aquel chico nuevo que, literalmente, pareciera no tener educación y le valía madres lo que las autoridades decían. Era muy guapo y atractivo, estaba segura que en minutos encontraría a una chica o varias chicas dispuestas a pasar el rato con él.

Distraída no me había fijado que alguien se encontraba en mi camino por lo que me di bruces con su torso cayendo encima de él. Mis mejillas rojas delataban lo avergonzada que me encontraba, me levanté de manera rápida encontrando al chico nuevo tendido en el suelo con los codos apoyados.

--- Lo siento...--- Tratando de compensar mi error, le extendí la mano para ayudarlo a levantarse. Claro estaba que un gorila así, me sería imposible levantar. Tomó mi mano y me estiró hasta quedar cerca de su rostro. Sus penetrantes ojos inspeccionaron la mía minuciosamente intimidándome un poco.

--- Si los ángeles como tú cayeran muy seguido sobre mí, no me importaría probar un poco de ese cielo.--- Halagó con su voz profunda y seductora.

Sus palabras provocan varios sentimientos en mí, la respiración comenzó a fallarme y el corazón comenzó a palpitar de manera rápida. Nunca antes me habían halagado de esa manera y con una convicción que dejaría a cualquier chica bajo sus pies. No supe que responder, dejé que me tuviera sobre él estudiándome libremente.

Un carraspeo nos interrumpe, entonces la burbuja en la que nos encontrábamos desapareció haciéndome recapacitar. Me separé del extraño encontrando dos pares de ojos curiosos mirándome. Volví la mirada hacia el chico que se había levantado ya. Tenía la intención de volver a disculparme pero la voz de Zach se adelantó.

--- Vámonos Zoe, tenemos clase.

Me di cuenta que la expresión de Zach era de enojo, tras sus palabras el chico frente a mí lo miró de manera despectiva pero sin mediar palabras junté mis cosas del suelo y me uní a Valerie. Comenzamos a andar. Metros después volví la mirada atrás para encontrar al chico observarme fijamente. No tenía la típica expresión de un donjuán queriendo conquistar a una chica, era serio y calculador, como si estuviera observando a su siguiente presa.

--- ¿Quién era ese chico Zoe?--- me preguntó Vale.

--- Un alumno nuevo. Va en nuestra clase de matemáticas.--- Comenté aferrándome a sus brazos.

--- Dios, parecía comerte con la mirada. --- Comentó divertida.--- Si fuese tú, tendría a ese chico bajo cuidado, se nota que le atraes.

--- No digas estupideces Valerie, no lo conocemos por lo que es mejor que te alejes de él Zoe. ¿Entendido?--- Ordenó Zach con voz dura.

Una sensación extraña recorrió todo mi cuerpo, me sentí enojada, confundida y abrumada a la vez, ¿Desde cuándo se ha vuelto muy autoritario? Aunque fuera como mi hermano, no tenía derecho de decidir si sobre mis amistades. Ahora mis ganas de conocerlo aumentaban más.

No mencioné nada de mi molestia durante las clases de historia.

Salimos al almuerzo. Al fin podía volver a ver a mi segundo amor, el helado. Podía pasarme de la comida y solo ingerir helado si fuera necesario pero no todo en la vida se podía tener, así que tocaba solamente uno al día.

--- Vas a engordar si sigues comiendo solo helados.--- Reprochó Valerie.

--- Pues seré una gorda feliz y contenta.--- Ironicé.

--- No dirás lo mismo al verte en el espejo.

--- Vale, amor, déjala ser feliz con su helado.--- Me defendió Zach. Le agradecí con una sonrisa de labios cerrados.

Sabía que Vale solo se preocupaba por mí debido a que era una chica con muchos complejos pero sabía que con un poco de gimnasio, todo se solucionaría.

Mientras terminaba el helado, sentí una sensación de que alguien me estuviera observando. Observé a los lados discretamente y me encontré nuevamente con esos ojos oscuros inspeccionándome. Se encontraba a varias mesas de nosotros solo. Conectamos mucho tiempo la mirada hasta que sentí un golpe en mi pierna.

--- Aush.--- Exclamé de dolor sobándome la parte adolorida. Miré a Zach con cara de póker. Se me hacía muy infantil su forma de ser.--- ¿Que te sucede Zach? ¡Eso me ha dolido!

--- ¿Que tanto miras al nuevo? Tienes que alejarte de ese hombre Zoe.--- Su voz demandante no hacía más que cabrearme más.

--- ¿Quién te crees que eres? ¡Puedo hacer de mi vida lo que quiera y cuando quiera!--- Furiosa por intentar controlar mi vida como si fuera dueño de ella. ¡Quién se creía ese personaje!

Caminé por los pasillos, ignorando a cada alumno que pasaba a lado mío. Desde que ha llegado ese nuevo alumno, Zach se ha comportado de una manera irreconocible y simplemente no lo comprendía en lo absoluto.

Unos brazos me introducen en una de las aulas vacías, estaba a oscuras por lo que simplemente podía escuchar su respiración entrecortada. Me encontraba por la pared con su cuerpo acorralándome.

--- Aléjate de ese hombre.--- Ordenó nuevamente.

La rabia me consumió por completo y unas ganas de contradecirlo nacen en mi interior.

--- No lo haré.

Su cuerpo entonces me aprisiona más.--- No lo harás.

Ya estaba demasiado confundida con todo esto por lo que cerré los ojos tratando de aminorar el enojo.

--- ¿Por qué? ¿Porque debería de alejarme de él?

--- Porque tú eres solo mía.

Y tras decir aquello, me besó. Nunca antes me habían besado de esta manera y estaba totalmente impactada. Algo muy importante parecía ignorar en estos momentos pero los labios de Zach me distraían muy bien. Me dejó de besar y con una mirada gélida hacia mí, salió de la clase sin mediar palabras.

Me quedé pegada a la pared anonadada y sin poder creerlo. Tanto tiempo había esperado esto pero no era la forma correcta de hacerlo. Mi mejor amiga estaba con él y estaba locamente enamorada de él, no podía sentirme emocionada por esto, al contrario, debería odiarlo pero me era imposible con todo este sentimiento oculto que tenía por él.

Aun asimilando lo que acababa de suceder, me dirigí a mi siguiente clase. Tal vez pensar en ciencias me haga recapacitar de la estupidez que acababa de cometer.

Para suerte mía, estaba sola en esta última materia. Por lo que tuve tiempo suficiente para pensar en lo que pasó.

Me dirigí al estacionamiento donde veo solo a Zach recostado sobre su auto. Traté de aminorar mis pasos pero era imposible, aunque caminara como tortuga sabía que Valerie tardaría un poco más antes de regresar de su junta de estudios.

Al llegar, me sorprendí que me saludara tan tranquilamente aunque la tensión en el ambiente se notaba.

Una moto pasó frente a nosotros, era el nuevo alumno. Sus ojos nuevamente no dejan de observarme y eso me extrañaba pero me halagaba de alguna manera.

Valerie llegó y nos montamos en el auto. Solo ella estaba animada ya que nosotros estábamos de alguna manera, asimilando lo que había ocurrido. Todavía podía sentir la ferocidad de su boca invadir la mía. Mi primer beso y había sido con él, mi primer amor. Esto estaba mal, muy mal.

Zach aparcó frente a mi casa y tras despedirme de ellos, salí huyendo de ahí, solo volví a respirar cuando estuve resguardada dentro de mi casa. Suspiré y me uní a Luke, quién estaba viendo un partido de futbol con un vaso en manos. Me dejé caer sobre el sofá de una manera dramática.

--- ¿Que tal tu primer día hermanita?

Quería hablarle de lo que pasó verdaderamente en todo el día, aunque sabía que no me juzgaría, su instinto de hermano mayor se pondría en alerta y tal vez, mi vida se torne diferente y, definitivamente, estaba avergonzada por haber cometido ese pequeño pero gran error.

--- Bien, lo normal supongo.--- Respondí ignorando todo.

Le quité su vaso de coca cola y lo llevé en la boca, no sabía que estaba sedienta hasta ahora.

--- ¡Oye! Eso era mío.--- Replicó.

--- ¿Quieres que te la devuelva?--- Dije burlona colocando mi dedo en la boca.

--- ¡No! ¡Qué asco!--- Su rostro se descompuso en una mueca de asco logrando sacarme una carcajada.--- A ver, ¿Algún sujeto inadactado te ha llamado la atención?

--- No, ninguno.--- Dije levantándome y dirigiéndome hacia las escaleras. Estaba agotada.

--- Espero que eso no cambie señorita. --- Ironiza haciéndome rodar los ojos.

--- Lo que digas mamita.--- Me mofé.

Escuché como me maldecía a lo lejos y con una sonrisa ingresé a mi habitación. Me cambié rápidamente y me acurruqué en la cama tomando una buena siesta, necesitaba recargar energías y mi mente estaba hecho un lío.

Luego de una merecida siesta, me dispuse a ir a correr. Al salir de la habitación escucho los gemidos de una chica. Al bajar, sin mirar la escena en el sofá, le grito obscenidades a Luke sobre su comportamiento frente a su hermana menor y salí huyendo de ese lugar.

A decir verdad, poco o nada me interesaba la vida activa de mi hermano. Estas situaciones eran bastantes comunes y lo ignoraba simplemente.

Corrí unos kilómetros hasta llegar a una plaza, solo entonces aminoré mis pasos sin dejar de caminar. Un grupo de hombres se encontraban en mi camino pero gracias a la voz de Ed Sheeran, logré pasar cerca de ellos evitando incomodarme por los piropos indecentes que estos me habían lanzado. Este ejercicio me hacía bien, despejaba mi mente de todos los problemas en las que me metía, me hacía tocar tierra y tomar buenas decisiones basadas en las malas.

De regreso, agradecí que el grupo de chicos ya no estuvieran. En ese lugar, me crucé con un hombre con capucha, a medida que se estuvo acercando parecía que lo conocía de algún lugar, pero tenía unos anteojos que me imposibilitaban verlo.

¿Serán imaginaciones mías? Solo en ese momento me había dado cuenta que no había sido la única vez que nos cruzamos.

En ese momento sentí algo de miedo.

Cuando estuve por ingresar a la casa, instintivamente volteé el rostro solo para encontrar al hombre trotar frente a mi casa. En ese momento, un escalofrío recorrió por toda mi espina dorsal sintiéndome acosada.

Tal vez eran ilusiones mías, en algún momento iba a averiguarlo, solo iba a tener más cuidado esta vez.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo