Narrador.
El alboroto en la empresa era un caos cuando Abigail llegó al vestíbulo notando las cámaras y las modelos que caminaban de un lado a otro mientras observaba a su jefe con el rostro totalmente rojo.
«Oh Dios líbrame de este loco, seré feliz si al menos hoy no tengo que aguantar sus desafíos» pensó hastiada respecto a Bruno, y bastante molesta porque los mensajes y llamada de la noche anterior no salía de su mente como ese depravado la amenazó con Jeremías y aunque ciertamente es un hombre le enfureció que Bruno lo utilice para su macabro entretenimiento.
Sabía que había llegado tarde como siempre, pero poco le importaba, había tenido una mala noche, por dos razones; la primera era por qué Rogelio la ha