CAPITULO 5 EL ASESINO DEL ROJO.
Eileen Williams
— ¿Seguro que no has cambiado tus gustos? — Pregunto observando a mi amigo. El cual he tomado desprevenido, mirando lo que no debía mirar.
— Segurísimo, — se rie girando su cuerpo y pasando su brazo por mis hombros.
— Creo que una persona como tú, no se deja llevar por un simple culo. — Pronuncio en son de broma y Brais, suelta la carcajada.
— ¿Lo dices porque está con él? o ¿De verdad piensas que es un simple culo? — Pregunta levantando una de sus cejas y apretando sus labios.
— Lo digo porque es un simple culo para ti, no para él y tampoco para Axel — menciono recordando cuando ingresó a la reunión con la recién llegada.
— Vamos, no seas paranoica, Axel nunca se atrevería a engañarte. — Lo defiende besando mi frente.
— Quien sabe, Brais — pronuncio y él, me abraza llevándome a su pecho, conociendo perfectamente mis sentimientos.
— Nunca se atrevería…
— ¿Acaso esta mierda se ha convertido en la Oficina federal del amor, en vez de la Investigación? — Gruñen a nuestra