—¿Qué dijiste?
El rostro de Nelson cambió al instante. El médico, visiblemente incómodo, empezó a balbucear mientras intentaba explicar lo que había sucedido ese día.
Y al terminar, se apresuró a justificarse:
—Señor Braga, no era mi intención ocultárselo. Es que la señora compró directamente el hospital. Yo... no tuve más opción que seguir sus órdenes. No me atreví a decirle nada.
Intentaba defenderse, pero Nelson ya no prestaba atención.
Retrocedió tambaleándose, como si hubiera recibido un golpe en el pecho.
Por fin lo entendía…
¿Ivana ya había decidido divorciarse desde entonces?
¿Pero por qué?
¿Por qué quería irse de su lado de una manera tan definitiva?
Sin poder aguantar más, Nelson se dirigió al hotel donde se hospedaba Ivana.
Esperó tres días y tres noches.
Finalmente, el día en que Ivana y su familia estaban a punto de dejar Lumora, los vio salir.
Al notar su presencia, Carlos e Isabela de inmediato intentaron llamar a los guardaespaldas.
Pero Ivana los detuvo.
—Déjenme hab