Me reí:
—Entonces, no sigas guardando el misterio, ¡dime ya con quién te encontraste!
—¡También me encontré con Carlos y esa Camila! —respondió Valerie, con una ligera sombra en su mirada al mencionar a Carlos.
Comió un par de brochetas y continuó:
—No sabes lo que pasó en esa fiesta, Camila es tan horrible. Sabe que soy tu buena amiga, así que pasó toda la noche haciéndome la vida imposible. ¡No sabes cómo fingía ser tan pura y dulce! Me daba asco.
Al decir esto, hizo una cara de asco.
Involuntariamente, apreté la cuchara que tenía en la mano y le pregunté:
—¿Cómo te molestó Camila? Cuéntame todo.
Valerie se quedó un momento pensativa, luego me miró sorprendida:
—¿No vas a regresar a Ruitalia para vengarte de ella?
—A Camila no la voy a perdonar, solo es cuestión de tiempo.
—Pero, Carlos la protege mucho —dijo Valerie, mientras bebía un trago de cerveza y luego soltaba una risa irónica.
—No sabes lo que me sorprendió ver a Carlos tan protector con ella. En serio, nunca lo había visto