El mensaje de texto que envió Camila decía:
“¿Quieres conocer a la mamá de Mateo? ¡Yo te llevo!”
¿La mamá de Mateo?
Había oído a Mateo mencionar a su madre antes, y sabía que ahora vivía en Ruitalia.
Pero... ¿por qué Camila, de la nada, quería llevarme a conocerla?
¿Qué estaba tramando?
Apagué la pantalla del celular y lo puse a un lado, sin prestarle mucha atención.
Poco después, volvió a sonar.
Esta vez, era una llamada de Camila.
Me quedé observando la pantalla unos segundos... luego deslicé para contestar.
Sin embargo, la voz que escuché no fue la de Camila, sino la de una mujer madura, serena y con tono firme.
—¿Aurora?
Pensando que podía tratarse de la mamá de Mateo, respondí enseguida:
—Sí, soy yo. ¿Y hablo con...?
—Soy la madre de Mateo, Sayuri Bellini.
Tal como lo sospechaba.
Aunque llevaba tres años casada con Mateo, su madre jamás me había contactado antes.
¿Por qué ahora, de repente, me llamaba?
—Aurora, quiero hablar contigo en persona. ¿Puedes venir?
Muchas dudas pasaron