Vi a Michael entrar con un traje impecable.Qué raro, ¿qué hace aquí?
¿Estará buscando a alguien?
Me levanté rápido, pensando en saludarlo, pero lo vi ir directo a la oficina del presidente sin siquiera voltear a verme.
Me quedé como una estatua.
Parece que me equivoqué. No vino por mí, vino a ver al señor Martínez.
Entró como si nada, sin que la secretaria dijera nada. Me sorprendió. ¿No acaba de llegar al país? ¿Desde cuándo tiene tanta confianza con el jefe?
Mientras pensaba en eso, escuché voces al lado mío.
—Oye... ya había oído que el señor Martínez tiene un jefe.
—Sí, sí. Dicen que el tipo que acaba de entrar es importante. ¿Será él?
—¿No lo conoces? Es el segundo hijo de la familia Bernard. Es hermano de Mateo, el que está dando de qué hablar en los negocios.
Al oír el nombre de Mateo, me azaré un momento.
Por suerte, no parecían interesados en su vida personal.
Si no, fijo terminaban sabiendo que soy su exesposa.
—Ah, con razón tiene tanta presencia. Vieron cómo entró directo c