Pero qué extraño… Había pasado tanto rato y no había visto a Camila por ningún lado.
Cuando Javier anunció con tanto ruido nuestra boda, ella no apareció para buscar protagonismo.
Eso sí que no era propio de ella.
Miré alrededor del salón.
No solo no veía a Camila, tampoco a Carlos.
"¿Se habrán ido juntos?"
En toda la sala solo quedaba un conocido: Alan.
Estaba conversando de negocios con otras personas, y tampoco Indira estaba con él.
Cuando recordé cómo Mateo salió hace un momento, una inquietud me apretó el pecho.
Todavía no estaba completamente recuperado.
Saqué mi celular.
Dudé un poco, pero por fin decidí escribirle, y de paso recordarle que tuviera cuidado con Jeison.
Abrí nuestro chat.
Solo de ver su foto de perfil, sentí amargura en mi corazón.
Aún usaba la foto que le tomó aquel vendedor de chamarras en Zuheral, cuando él me llevó a ver esculturas de hielo.
La foto no era nada especial.
Pero a él parecía encantarle.
Siempre que yo la veía, no me provocaba nada… pero ahora ese