"¿Por qué me está gritando ahora? ¿Otra vez dije algo que no debía?"
"¿No fue él mismo el que dijo que quería olvidarme y empezar algo con Indira?"
"Yo solo le seguí la corriente… entonces, ¿por qué se enoja?"
"Qué hombre tan extraño."
Estaba quejándome en silencio cuando, de repente, algo me cayó como un balde de agua helada.
Recordé ese lado torpe de Mateo… y sentí que el corazón me daba un salto.
"No."
Él no me había preguntado eso por casualidad.
"¿Y si en realidad… estaba tratando de poner a prueba mi reacción?"
Me senté de golpe.
En el teléfono, Mateo respiró hondo varias veces; estaba claramente irritado.
Luego se rio, lleno de amargura:
—Sí, tienes razón. Depende de mí. Soy un idiota. Sé que no te importa, pero aun así te pregunté. Tranquila, ya no volveré a perder el tiempo con preguntas sin sentido. Total, tú y yo ya estamos divorciados, no tenemos nada que ver. Si yo empiezo otra relación o no, ¿qué tiene que ver contigo? Soy un tonto, creyendo que todavía quería escuchar tu