Mis ojos se salieron de sus órbitas y casi caigo de espaldas al ver a Demián qué me sonreía mientras se sacaba el antifaz.
-¿Puedes borrar esa sonrisa de tu rostro?- masculle mordaz.
-¿Porqué, sí me alegra verte aquí? Sabía que eras tú, sólo contigo puedo sentirme de esa manera.
-¡Puedes callarte! - chillé, estaba molesta- esto fue una treta que organizaron Melanie y tú ¿Verdad?
-No sé de qué estás hablando...
-¿Ahora me dirás qué esto fue el destino?- pregunté sarcástica.
-Pues creo que sí, el destino se ensaña con nosotros, nuestros cuerpos solo quieren estar juntos y no aceptan a otros.
-Deja las ridiculeces Demián, esto fue planeado por ustedes.
-Te aseguró que no fue así.
-¡No me jodas, Demián Jhonson!
- Ya lo hice - respondió con una sonrisa maliciosa.
-Mejor me voy.
Di vuelta, tomé la perilla de la puerta para escapar lo más pronto posible pero sentí que Demián me tomaba de la mano con fuerza.
-Maña