-¿No crees que esos temas los deberíamos hablar en otras circunstancias? - preguntó a regañadientes, se paró y empezó a vestirse.
-¿Estás molestó? - pregunté nerviosa.
- Vístete Renne, debemos hablar y no lo haremos acá...
No dijo más, reinó el silencio en ese privado, me levanté y comencé a vestirme. Qué buen momento habíamos pasado y fui a arruinarlo todo con mi gran bocota, no sé cómo tomaríamos el tema o que me diría, pero sabía que sería muy difícil para ambos.
Subimos al BMW, no teníamos cara de haber pasado una feliz velada, teníamos cara de molestia y preocupación. Seguimos en nuestro silencio eterno mientras íbamos en el auto y sinceramente no me gustaba para nada, necesitaba hablar, así que rompí el hielo casi unos diez minutos antes de llegar a su departamento.
- Mañana me iré muy temprano y son más de las dos de la mañana...
-...Como te prometí, te dejaré en el aeropuerto exactamente a la hora que debes abordar - respondió torpe