Zach y Eli prometieron nunca olvidar el amor que sentían el uno por el otro. Pero un accidente le dio un giro inesperado a sus vidas: Hizo que Zach olvidara todo, olvidara su pasado, olvidara su vida, la olvidara a ella, olvidara su promesa e incluso ¿Podría haber olvidado su amor por ella? - Disculpa, ¿Quién dices que eres? - pregunto sorprendido. - Tú novia Zach. - respondió llorosa. - Yo... yo no te recuerdo. - dijo dudoso. - Lo solucionaremos juntos. - ¡¿Juntos dices?! - preguntó exclamando horrorizado. - Zach... "No existe el pasado, no existen los recuerdos, no existe el amor, ni mucho menos existes tú en mi mundo de inercia." Zachary Schlüter"
Ler maisSiempre se nos ha dicho que el pasado es lo que define nuestro ser, lo que realmente somos, lo que sentimos, lo que hacemos y lo que haremos a partir de alli.
Somos lo que somos gracias a nuestro pasado. Pero...
Pero ¿Qué sucede cuando no existe el pasado? ¿Cuándo nuestra memoria se niega a recordar?
Sí somos lo que somos por nuestros recuerdos y en un segundo se nos van, entonces, ¿Qué seremos a partir del olvido?
- Dime que no lo olvidaste - le decía Eliana Olsen pegada al teléfono.
Su voz sonaba bastante irritada y algo molesta.
Y Zachary, se la imagino frunciendo el ceño y haciendo una mueca como tenía por costumbre cada vez que algo la irritaba o molestaba.
Se recosto sobre su cama mirando al techo, sin saber que decirle.
Estaba seguro de que si admitía que había olvidado su aniversario, por cualquiera que fuera el motivo, aquello le iba a doler en el alma a su novia, puesto que, se suponía que esa era una fecha super importantísima para los dos.
- ¿Olvidar? - pregunto él alzando su mano y comenzando a jugar con una moneda que tenía entre su mano derecha, sin despegar el móvil de su oreja - ¡Naw! ¿Cómo crees que podría hacerlo? - mintió descaradamente.
Porque la verdad es que, si ella no lo hubiera mencionado, él jamás se habría acordado que ese día, se cumplían tres año desde que, le había pedido a Eliana que fuera su novia.
Eso si que podía recordarlo con claridad.
Era una tarde de verano y ambos habían ido a la playa. Exactamente a Brighton, en la costa sur, al famoso muelle Brighton Pier.
En ese lugar había sido su primera cita. Zachary la hizo jugar con él en los diversos juegos que estaban a penas ingresaba al muelle.
A lo cual podía decir que, Eliana no era especialmente experta en el arte de los juegos de máquinas. De hecho, los había perdido todos contra él.
Y es que su novia, era una hermosa rubia con cabello dorado y liso de la raíz a la mitad pues, en las puntas se le forman ondas que lo hacían lucir muy bien. Su piel era tan clara y pálida pero sus labios le hacían un contraste al ser rosaditos. Y sus ojos, cubiertos por grandes pestañas y cejas perfectas, eran de un celeste hermoso que, que te hacían perderte en el interior de su alma. Y aún a pesar de, no hacer ejercicios, Eliana tenía un cuerpo de modelo, con medidas y curvas envidiables, senos y nalgas grandes, vientre plano y piernas largas.
Era la típica rubia hermosa que, no perdía su tiempo en juegos de máquinas ni en hacer deporte. Ella, prefería el ir de compras, ir a fiestas, bailar, ir a un cine, a comer helado y ese tipo de cosas que tanto les gustaba a las chicas.
Pero para Zachary, Eliana lo fue todo desde que la conoció. Su belleza y su sonrisa, lo atraparon de una manera que, ya no podía dejarla ir de su lado.
Así que, la llevo al muelle Brighton Pier, sabiendo que tenía una fascinación por el mar. Y después de jugar en las máquinas que allí habían, la llevo al final al Palm Court, donde comieron la especialidad, un delicioso Fish and Ships, porque, no se podía ir al Brighton Pier sin dejar de comerlo.
Y fue justo después de comer, cuando la llevo a comprar un recuerdito de ese día y junto con el, le pidió que por favor fuera su novia.
Estaba nervioso y temeroso de que ella lo rechazara pero, Eli lo acepto inmediatamente haciéndolo el chico más feliz del mundo.
Todo eso, podía recordarlo perfectamente. Lamentablemente, lo que no había logrado recordar bien, era la fecha exacta en la cual había sucedido.
Ahora, sí le decía la verdad a Eli, que lo había olvidado, por más que recordara cada detalle de ese día, esta se molestaría mucho con él y eso era lo último que quería en ese momento.
Se sentó de golpe sobre la cama, soltando la moneda que tenía sobre la mesilla de noche.
Amaba a Eli y odiaba cuando ella se enojaba con él. Y no quería que, el que fuera tan descuidado y despistado para recordar una simple fecha, la molestará.
Aunque, él no veía que su falta fuera tan grave. Incluso, en su defensa, podría decir que eso se debía a que era hombre. Por lo general, las mujeres eran más atentas y detallistas que ellos en cuanto a esos pequeños eventos como las fechas en que se conocieron, el aniversario, los cumpleaños y todo eso.
En cambio ellos, solían olvidar todo ese tipo de cositas como las fechas importantes. Claro eso no significaba que no las amaran.
Era tengo su amor por su novia que, Zachary, se esforzaba mucho por, demostrarselo a diario.
Eso, debia de ser suficiente, ¿No?
- ¿Seguro? - la escucho preguntar al otro lado del teléfono con recelo.
Y ahí estaba su respuesta: No. No era suficiente. Él debía no solo demostrarle su amor, sino también recordar cada fecha que ella considerará importante para los dos.
Así eran las mujeres. Siempre querían que ellos tuvieran en cuenta fechas tan importantes como aquellas y sobre todo, que les dieran un detalle o sorpresa en muestra de que lo habían tenido presente. Pero él, no solo lo había olvidado, sino que además, no tenía nada que darle a Eli.
- ¡Claro que estoy seguro! ¿Cómo crees que lo olvidaría? Es más, te tengo una sorpresa y te va a encantar. - anuncio sin sí quiera tener idea de que hacer.
Pero de lo que si se sentía seguro, era de que, no podía permitir que ella supiera que él lo había olvidado. Así que, tendría que ingeniarselas en el poco tiempo que le quedaba para ir a verla,
- ¿De verdad? - pregunto entusiasmada.
Y él asintió sonriente.
- Estoy ansiosa.
- Entonces te paso buscando en tres horas, término unas cosas que mamá me pidió y paso por ti. ¿Vale?
- Vale. Te espero. Te amo Zach.
- Y yo a ti Eli.
Y tras despedirse de ella, Zach colgó el teléfono suspirando y echándose con brazos abiertos sobre su cama.
¡Genial! Había olvidado el aniversario con Eli y para variar le había prometido una sorpresa de la cual no tenía ni idea de que hacer.
- Zach Zach Zach. - se reprochó así mismo - ¿Cómo pudiste olvidarlo? Y ahora ¿qué se supone que vas a hacer?
***
Ese mismo día, en horas más tardes, Zachary se vistio con un buzo color negroy una polera manga larga color blanco, se peino su corto cabello color cobrizo con la yema de sus dedos y salió en busca de Eli.
Esta, iba vestida con un vestido corto de tirantes y falda amplia, que la hacían lucir completamente relajada.
Y juntos, se dirigieron a donde sería la sorpresa de Eliana, el Gran Festival de Brighton, el principal festival de Inglaterra.
Había escogido llevarla allí para celebrar su aniversario, después de que Gabe, su hermano menor, le informara que habría música contemporanea, danza, circo, teatro, cine y todo ese tipo de cosas que a Eli le gustaban tanto.
Y ver la expresión de alegria y emoción de Eli, en cuanto llegaron, le hizo saber que, sin ninguna duda, había acertado en su elección del lugar.
Pasaron la tarde entera disfrutando de la música clásica, de ver el circo contemporaneo de Beyond, donde los artistas del mismo los transportaron a un zoo, un cabaré con sus distintos espectáculos. Incluso, participaron en Arde el Telón, donde dejaron de ser solos espectadores para ser participes del show.
Al principio, Zach no tenía muchas ganas de participar en ello pero, debido a la insistencia de su novia y puesto que estaban de aniversario, no pudo negarse a ello.
Para cuando por fin volvieron a la casa de ella, ya había oscurecido.
Y Zach, le hizo entrega de un último regalo, una ppequeña cajita músical en forma de estrella. Al abrirla, se podía observar un cielo estrellado dentro de ella, a la vez que, se escuchaba una hermosa melodía.
Eli lo abrazó y lo beso, sintiéndose la chica más dichosa del mundo.
- ¡Gracias Zach! - dijo recostando su cabeza en el pecho de él.
- Por ti haría lo que fuera preciosa.-la beso en la cabeza de manera tierna.
Y lo decía en serio.
No había nada en el mundo que no fuera capaz de hacer por ella.
Sabía que, aun era un adolescente y le faltaba mucho por crecer pero, esperaba que cuando lo hicieran, pudiera darle todo lo que ella se merecía porque, la amaba y esperaba que estuvieran juntos por siempre.
- Perdoname Zach. Creí que lo habías olvidado.-dijo apenada volteando a verlo a los ojos
Y Zach se sntió culpable de que ella se sintiera así. Porque en verdad Eli no se había equivocado y él lo había olvidado pero, no podía admitir la verdad o lo arruinaría todo por completo.
- No tengo nada que perdonarte amor.-odiaba el mentirle pero de no hacerlo arruinaria el momento tan maravilloso que estaban viviendo.
- Yo también te tengo un regalo. - le dijo ella.
Y él sonrió curioso.
- Espera aquí, en seguida vuelvo.
Y sin esperar su respuesta, corrio hacía dentro de su casa.
Volvio al cabo de unos segundo con una guitarra, envuelta en su propio estuche.
Nada más verla, hiizo que Zach, abriera la booca grandemente sorprendido.
Eli sabía cuanto le gustaba la música, aun así, no podía creer que ella le estuviera regalando una guitarra. Estas, estaban un poco costosas, por lo que él, no había tenido aun para comprarse una.
- Ahorre cada centavo de mi mesada y del trabajo de la heladería para poder comprartela. - le dijo ella sonrojándose.
- Eli, no tenías que...
- Shshsh. - le pidió ella acercándose a él y colocando un dedoo sobre sus labios para hacerlo callar - Por favor, aceptala. Sería para mi, la alegría más grande que pudieras darme.
Y fue su expresión, su sonrisa, la manera que tenía de morder sus labios, lo que le llenaban el corazón a Zach cada vez más y más de amor por ella.
Tomando la guitarra en sus manos, la asió de la cintura y la atrajo hacía así con firmeza, para sentirla pegada a su cuerpo.
- Me tienes, loca e irremediablemente a tus pies, preciosa. - le dijo.
Y entonces, la beso.
Al principio, fue un beso suave, tierno y delicado pero, luego fue algo más apasionado y exigente. Mordió su labio inferior y lo succiono, a la vez que ella introducía su lengua en su boca y llevaba sus manos a su cabeza y acariciaba su cabello.
Para Eliana Olsen, no existía nadie más importante en el mundo que Zachary Schlüter.
Desde que lo había conocido, Eliana supo que, quería estar con él, a su lado siempre. Así que, cuando Zachary le pidió aquel día ser su novia, ella respondió que si, sin dudarlo ni un instante.
Él, era el novio perfecto, ese que toda chica soñaba y quería. Físicamente era atractivo, tenía unos ojos color miel que solía achicar cuando algo le molestaba o interesaba, su cabello cobrizo era liso con pequeña y suaves ondas que casi ni se notaban, tenía un cuerpo ejercitado dado que, era parte del equipo de fútbol de su colegio, teníia un trabajo de medio tiempo y también había comenzado con la música recientemente y aún así, tenía tiempo para ella.
Zachary distribuuía bien su tiempo para poder cumpliir coon sus responsabilidades. Por las mañanas, pasaba por ella para ir juntos al colegio; cumplía con todas sus clases y con el equipo de fútbol. Por las tardes, se iba a trabajar y en las noches iba a sus clases de música. Luego de ello, solía ir a visitarla.
Y los fines de semana, eran totalmente suyos.
Era atento, tierno, cariñoso y muy detallista. Sabía lo que le gustaba y siempre buscaba la manera de complacerla.
Y Eliana, temió que algún día, todo eso se acabara.
Zaachary se separo de ella luego de unos instantes, tratando de controlar su respiración. Y fue entonces, cuando la escucho decirlo:
- Tengo miedo. - expresó con la cabeza agacha.
Y él frunció el ceño sin comprender.
¿Miedo? Pero, ¿De qué o quién? ¿Acaso, alguien le había hecho o dicho algo?
- ¿Miedo? - pregunto sorprendido - ¿Por qué preciosa? Yo estoy aquí. Estoy contigo y siempre te protegeré de todo y de todos.
- No Zach. No le tengo miedo a lo que puedan hacer otros. - nego ella con la cabeza y él la miro aun mas confundido - Tengo miedo de perderte a ti, como les pasa a la mayoría de las parejas, de que...-decía angustiada.
- ShShSh! - colocó un dedo en sus labios para hacerla callar - No lo digas. Eso no pasará preciosa.
- ¿Y sí nos pasa Zach? - pregunto casi a punto de llorar.
- No, no pasará. No hay manera de que yo pueda dejarte y olvidarte.
- ¡Prometemelo Zach! Prometeme que siempre estaremos juntos, que nunca me dejaras, que nunca vas a olvidarme.
- Te lo prometo Eliana. Pase lo que pase, siempre te amaré y siempre estaré contigo. Nunca, escuchame muy bien, nunca te olvidaré.
- ¡Yo también te amaré siempre Zach y jamás te olvidaré!
Zach la abrazo fuerte y tiernamente demostrándole que hablaba en serio.
- Eres mi vida Eli. Te Amo. Y siempre será así.
Y entonces, Zach la beso para sellar la promesa hecha hace un instante por ambos.
- Yo también te Amo Zach. "Nunca me Olvides" porque yo no te olvidaré jamás y no sabría vivir sin ti!
Un mes más tarde, Zachary fue dado de alta del hospital.Como era costumbre ya, allí estaban su madre y su novia para acompañarle a casa. Y él, no podía menos que, sentirse incómodo con ellas, en especial con la más joven.Eliana, había dedicado los últimos días a cuidarlo, a hablarle de su amor, de los momentos que, habían vivido juntos, pero por más que, se esforzará en hacerlo recordar, la verdad es que, él no lograba ni siquiera que, todas esas escenas o por lo menos su presencia, le resultará familiar y agradable.Incluso, estaba en un punto en el cual, cada vez que, ella estaba cerca, se sentía asfixiado y quería alejarla.Sin embargo, la chica no parecía ser consciente de su rechazo hacía su ser, o si lo notaba, lejos de tomárselo a pecho, lo disculpaba con la excusa de que, el doctor indico que, era normal que su actitud y carácter cambiarán luego de despertar de un coma.Aún así, Zach sentía que, era más que, eso. Simplemente, él no tenía a Eliana en su corazón.Tal vez sí, l
Escuchar a la muchacha decir aquello, lo lleno de fastidio.Si se estaba haciendo el dormido, era precisamente porque no deseaba ver a nadie en ese momento y no quería soportar ver los rostros que le eran totalmente desconocidos.Sin embargo, al parecer nada de eso había funcionado y ella lo incomodaría de ahí hasta que, decidiera hacerle saber que, estaba consciente.Aún así, no se rindió a la primera y siguió fingiendo estar dormido.No supo cuánto tiempo estuvo así, ni en que momento en verdad se había quedado dormido. Pero el sonido de unas voces, lo despertó.- Harry.- ¿Cuánto tiempo llevas aquí? ¿Has comido algo?Eliana sacudió la cabeza.- ¿Por qué no vamos a la cafetería por algo?- No me gustaría moverme de aquí. Quisiera estar con Zach cuando vuelva a abrir los ojos. Se lo prometí.Harry entrecerró los ojos y la miró con seriedad.¿Sabía ella acerca de la perdida de memoria de Zachary?- ¿Lo viste despierto?- No. - sacudió la cabeza la muchacha - Cuando llegue, había vuelt
"Deseo ser por lo menos un error en tu vida"- Señora Tina.Al escuchar su voz la mamá de Zach y todos los que estaban con ella voltearon.Habia llegado prácticamente corriendo junto a Leo, Natasha y Julian quienes insistieron en acompañarla al hospital.Este último, estaba que, echaba chispas y no cabía en sí de la impresión y la rabia que, aquello le causaba.¿No sé suponía que, este nunca despertaría del estado de coma en el que, se encontraba? Entonces, ¿En qué se habían equivocado los médicos? ¿Por qué de pronto despertaba?Se sentía burlado, indignado y molesto con aquello.Mientras que, por su lado, Eliana no cabía en sí, de la emoción que, eso le producía.Había deseado tanto ese momento que, le parecía estar en una especie de sueño.- Leo, Eliana. -les saludo llorosa la madre de este.- Zachary... ¿Está bien? - preguntó la joven en medio de lágrimas que, escapaban por su rostro sin que, pudiera hacer nada por evitarlo.- Harry me llamo. - comenzó a decir Leo a modo de explicac
"Cuando crees que has encontrado todas las respuestas, la vida te sorprende cambiando todas las preguntas" Estaba sentada frente a la ventana de su habitación, observando la lluvia caer fuertemente a través de los cristales. Sin duda que el tiempo reflejaba muy bien su estado de ánimo lloroso y melancólico. Aún no entendía por qué la vida había sido tan cruel con ella y con Zach. Después de haber vivido un amor como el que tuvo con Zach, la vida le hacia perderlo para siempre. Sumergiendola en el mas oscuro y grande dolor que habia experimentado. Sabia muy bien que jamás encontraria en nadie mas lo que habia tenido con él. Y Zach, después de ser un joven lleno de energia y sueños por cumplir, la vida se le esfumo en un abrir y cerrar de ojos. Truncando todos sus planes y el futuro que podía haber tenido. Las lagrimas empezaron a caer al son de la lluvia. Era algo que no podia evitar cada vez que pensaba en Zach, en el accidente y todo lo que eso implicaba. Entonces su telefono ce
"La fuente de la vida y toda dadiva buena es Dios" Habían pasado dos semanas desde aquella vez que Eli fue en busca de Harry a su colegio, desde entonces se habían hecho grandes amigos. Pasaban las tardes juntos despúes de clases, solían ir por un helado y luego caminaban por un parque que estaba cerca de la casa de Eli. Se habían acostumbrado el uno al otro. Y juntos, parecían sobrellevar mejor el dolor y la ttristeza por el trágico accidente de Zachary. - Con que aqui estás. - dijo Julian acercándosele en el receso de clases. Eli alzo la vista del libro que leia para encontrarse con un sonriente Julian. - Hola Julian. Este se sento junto a ella en la grama de los jardines del colegio, sin ser invitado. - Hola Eli. Asi que decidiste volver, ¿eh? Ella asintio. - Me alegra. ¿Podemos hablar? - añadió serio. - Por supuesto peroo, antes de que digas nada Julian, - cerró el libro que leía - queria disculparme contigo, por como te trate la ultima vez. -¡Guao! Te lo estas tomando b
"No siempre lo que deseas es lo que necesitas" Había decidido levantarse, darse un baño, arreglarse y salir con Harry. Era mejor eso, a salir en un estado vergonzoso. Y sin embargo, en cuanto llegaron a una pequeña sandwicheria y pidieron un par de hamburguesas para cenar, su estómago gruño. Aún a pesar de decir que no tenía hambre, en cuanto dio la primera mordida a la hamburguesa que Harry le compró, su estómago pareció indicarle que necesitaba comer, así que se la comió toda. Y Harry se sintió totalmente complacido con ello. Una vez que acabaron de cenar, caminaron por un parque cercano a la casa de Eli, mientras comían helados, de fresa para ella y nutella para él, e iban hablando de trivialidades. - Gracias. - le dijo ella de repente sin sí quiera mirarlo. - ¿Por qué? - quiso saber aún concentrado en su helado. Él no había hecho nada en especial, más que invitarla a comer y ya. - Por esto Harry. Por lo que haces por mi, a pesar de que no somos amigos precisamente. - No e
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